sábado, 6 de octubre de 2007

Árboles Nativos en Riesgo I: Palo morado y palo culebro


Por: M.C. Roberto Otero Zaragoza.

Como punto de partida de lo que pretendemos sea una pequeña sucesión de artículos, en los cuales podamos recorrer virtualmente nuestra geografía estatal y conocer algunos de los árboles nativos que se encuentran en riesgo de desaparecer, hemos elegido un par de especies arbóreas que crecen en ecosistemas de selva mediana subcaducifolia del estado de Guerrero, que son conocidas localmente como: “palo morado” y “palo culebro”.

Quiero evitar omitir mencionar que esta serie de árboles son los que “oficialmente” se les ha asignado una categoría de riesgo de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2001, pero en artículos posteriores citaré otras especies de nuestros árboles que, si bien a nivel federal no se hallan listadas en dicha norma oficial, dentro del ámbito estatal sus poblaciones se hallan seriamente disminuidas, por lo que considero necesario darlas a conocer, para que en un proyecto no muy lejano, puedan ¿por qué no? ser incluidas en una legislación local y podamos implementar acciones que ayuden a salvarlas de la extinción.

Iniciemos con el “palo morado”, es un extraordinario árbol cuya distribución se ha documentado para los municipios de Acapulco de Juárez y Juan R. Escudero (Tierra Colorada), aunque cubre algunas pequeñas áreas al sur del municipio de Chilpancingo.

El nombre científico del “palo morado” es Peltogyne mexicana y pertenece a la familia de las leguminosas, por lo tanto es un pariente cercano de árboles muy conocidos por la mayoría de las personas de la región, como el tabachín, la parota y el guapinol, esta última una especie bastante similar por la forma de sus hojas.

La principal característica de Peltogyne mexicana lo constituye el color morado intenso de lo que se conoce comúnmente como el corazón del árbol (duramen), lo que explica evidentemente su nombre común. Esta propiedad, así como la finura del grano de su madera, de suave aserrío, lo hace muy atractivo para la elaboración de muebles finos y artesanías, actividad que se desarrolla principalmente en algunas localidades del municipio de Juan R. Escudero.

El “palo morado” crece principalmente en los alrededores de las bahías de Acapulco y Puerto Marqués, sobre sitios de fuerte pendiente, así como en las numerosas cañadas de terrenos ubicados en sitios como Las Brisas, Punta Diamante y La Cima, donde suele formar pequeños bosques, asociándose con otros árboles característicos de la selva mediana subcaducifolia, como el guapinol (Hymenaea courbaril), la pánicua (Cochlospermum vitifolium) y el palo culebro (Astronium graveolens).

Se le encuentra también en otras zonas, en tierras muy accidentadas y rocosas situadas dentro de la cuenca de los Ríos Papagayo y Omitlán, en localidades de los ejidos de Tierra Colorada, Omitlán y La Palma, así como en Acahuizotla, municipio de Chilpancingo.

El “palo culebro”, por su parte, se encuentra clasificado dentro de la familia de las Anacardiáceas, a la que también pertenecen árboles como el cirgüelo (Spondias purpurea), el marañón (Anacardium occidentale) y el mango (Mangifera indica).

Se trata de un hermoso árbol de tallo recto y cilíndrico caracterizado por las manchas blanquecinas que quedan sobre su tronco al desprenderse numerosas placas pequeñas de corteza en forma de concha.

Como se mencionó con anterioridad, el “palo culebro” se desarrolla de forma natural en la selva mediana subcaducifolia, aunque tiene una distribución más amplia y una población más abundante que el primero; de hecho, es posible observarlo en las márgenes de ríos y arroyos, formando parte de lo que se conoce como vegetación de galería así como en áreas de transición entre diferentes tipos de vegetación, principalmente de la selva mediana subcaducifolia a la selva baja caducifolia.

El “palo culebro” no se encuentra sujeto de aprovechamiento comercial en la región, a pesar de que en el ámbito internacional su pesada y vistosa madera goza de muy buena reputación, reconociéndose su uso para la fabricación de duelas, muebles finos, decoración de interiores, elaboración de artículos torneados, artesanías para exportación, entre otros.

En la actualidad, las poblaciones de ambas especies se encuentran amenazadas, principalmente como resultado de la deforestación provocada por el desarrollo de diversas obras, en especial residencias y condominios de lujo, la gran mayoría de los cuales no contemplan dentro de sus proyectos constructivos y mucho menos dentro de sus presupuestos, la conservación de la vegetación nativa.

Por lo que hemos señalado a lo largo de este escrito, podemos afirmar que si bien, tanto el “palo culebro” como el “palo morado” deben ser protegidos por las autoridades ambientales, el caso de la segunda especie es aún más crítico, pues al tratarse de un árbol con una distribución natural más restringida, existir una gran codicia por muchos de los terrenos donde se desarrolla para cambiar el uso del suelo, y por si fuera poco, el factor de un aprovechamiento maderable irregular, podemos asegurar que si no se toman medidas urgentes para revertir estas situaciones, en pocos años el “palo morado” será una especie en serio peligro de extinción.

Una alternativa viable, al menos en Acapulco, donde el problema para esta especie lo consideramos más severo, lo constituye la adopción de propuestas constructivas basadas en una Arquitectura Ambiental, en donde se aprovechen elementos del paisaje natural, tales como cañadas, rocas y, por supuesto los árboles nativos, conservándolos en su sitio y/o incorporándolos en sus proyectos, idea que además de ayudar a la conservación de la naturaleza, proporcionará una mayor plusvalía a este tipo de desarrollos, los cuales podrían entonces ser enfocados hacia un mercado más exclusivo, con las ventajas económicas que ello implica.

Para concluir, reiteramos que nuestra finalidad al escribir estos artículos es hacer que este tipo de información esté disponible y sea comprendida por un amplio sector de la población y no se limite a unas cuantas personas, porque en la medida que conozcamos nuestros recursos naturales, aprenderemos a valorarlos y estaremos en posibilidades de tomar medidas para su conservación, con el fin de que las generaciones venideras tengan el privilegio de disfrutar de ellos al igual que lo hemos tenido nosotros.

2 comentarios:

Unknown dijo...

En 1931 Carlos Gesell compra 1600 hectáreas en la costa atlántica en el lugar que hoy conocemos como Villa Gesell.
Durante años hizo una titánica labor para vencer la aridez del paisaje hasta que logro plantar los primeros arboles.
Hoy esta localidad se destaca por su maravillosa vegetación poblada de distintas especies.
Pero hay personas desaprensivas que lejos de cuidar esta reserva natural la destruyen.
Por eso existe la iniciativa de crear un cuerpo de inspectores ecologicos que cuiden las especies y sancionen a aquellos que las destruyen
Una de las impulsoras es Marta Gesell , nieta del fundador que al igual que su abuelo ha emprendido esta lucha .
Les Rogamos por favor enviar este mail a la municipalidad de esta ciudad para que el proyecto sea una realidad. Muchas gracias
y no dejen de conocer y visitar este paraíso natural. Por favor reenviar a todas las personas que puedan y al remitirla a la dirección de correo
que adjunto borrar este encabezado.
turismo@gesell.com.ar
webmaster@gesell.com.ar
martagesell@hotmail.com

Señor Intendente de la ciudad de Villa Gesell
Los abajo firmantes, personas sin intereses políticos ni económicos en tan bella ciudad, solo movidos por el interés en la naturaleza y su preservación en consonancia con todas las manifestaciones de vida así como en el sabio ideario de su fundador y hacedor, Dn. Carlos Gesell, se dirigen a usted para apoyar la iniciativa de muchos gesellinos que preocupados por la acción de quienes, anónima e impunemente, talan y destruyen las especies de la región, proponen la creación de un cuerpo de inspectores ecológicos y un regimen de sanciones que coadyuven a contrarrestar tal accionar.
Quienes como viajeros hemos vivido muchísimos buenos e inolvidables momentos de nuestra vida en esa ciudad mágica sabemos valorar la buena predisposición de sus habitantes para con los turistas y en tal sentido, de ser posible, queremos colaborar para que su bosque y sus playas sigan siendo patrimonio común de todos los hombres de buena voluntad que viven o transitan por la villa.
Agradeciendo la atención dispensada lo saluda respetuosamente,

Pepe Morales dijo...

Gracias por estos artículos que has realizado, es muy difícil encontrar literatura que hable de la flora del estado de Guerrero en especifico.
Estoy recolectando todo lo que me es posible de información acerca de la flora y fauna amenazada del estado, ya que pretendo hacer un predio propio una reserva ecológica.
desde hace dos años mi familia y yo estamos trabajando para que esté proyecto se haga realidad, pero como lo hemos realizado con recursos propios va muy lento. las autoridades de Ayutla de los Libres, mi municipio, no se interesan mucho en estás cuestiones.
tengo un pequeño vivero donde eh estado produciendo algunos arboles que están en peligro o algún tipo de amenaza. Si tuvieras más información, te agradecería mucho que la compartieras en tu blog o nos contactaramos vía mail.
en pepemoralesphoto@gmail.com
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